Expertos de la Universidad de São Paulo aluden al proceso de envejecimiento como reductor drástico de la masa, la fuerza y la potencia muscular, disminuyendo la capacidad de ejecución de las actividades de la vida diaria. También recomiendan la práctica de ejercicios de resistencia pues estos pueden revertir el daño y auxiliar la manutención de la masa muscular mejorando la fuerza y resistencia.
Uno de los beneficios más notorios es la capacidad que tiene para ayudar a quemar calorías especialmente las actividades aeróbicas. Gracias a esto se reducen los niveles de colesterol y puede garantizar el estado óptimo de las arterias, el corazón y el resto del sistema circulatorio.
Al mejorar el flujo sanguíneo, hay mayor oxigenación de los tejidos. A su vez, incrementa la capacidad para eliminar los líquidos que allí se retienen.